Núcleos de población

SANTIBAÑEZ DEL RIO está ubicado a 1,2 km del núcleo urbano de Doñinos de Salamanca, en la carretera que une Doñinos con Villamayor.  Sin duda la perla más importante de Santibañez es su iglesia que data de la segunda mitad del Siglo XII y que fue restaurada a finales de los años 80

El viajero que llegue hasta la iglesia de San Juan deberá prestar atención a los siguientes elementos decorados con escultura monumental.

• Rosca del arco, imposta y parte superior del alfiz decoradas con flores, entrelazos y, en este último caso, con cabezas de felinos.
• Canecillos sobre la portada. Una cabeza humana entre barriles, dos garzas bebiendo de la misma copa y una serpiente de gran tamaño.
• Canecillos bajo el alero. Barriles, cabezas humanas, formas geométricas, etc.

DESCRIPCIÓN DE LA IGLESIA ROMÁNICA DE SANTIBÁÑEZ DEL RÍO.

La que fuera aldea en la margen izquierda del Tormes hoy está prácticamente despoblada, con tres o cuatro vecinos a lo más, el mismo número con los que contaba a comienzos del siglo XVII, cuando se afirmaba que su iglesia de Sant Justo -y no San Juan ante portam latinam como se ha escrito- era muy antigua y la pared del campanario está muy torcida y peligrosa. A lo que se ve, los problemas arquitectónicos comenzaron ya en época lejana y debieron continuar a lo largo del tiempo, pues con el correr del mismo se han alterado parte de los muros de la nave y toda la capilla mayor, que en origen tal vez tuviera planta semicircular y cubierta de bóvedas. Hoy es de testero plano y al igual que la nave han quedado, tras la última consolidación de 1986, a cielo abierto, rematando en lo alto de sus muros con una cornisa de bocateja, en tres órdenes en el cuerpo del templo y dos en la capilla; la sacristía debió de estar situada a oriente, pues allí, al lado del evangelio, existe una puerta adintelada, hoy tapiada. Esta capilla, según escribe Enríquez de Salamanca, fue gótica del siglo XV; yo no encuentro nada que lo confirme y desde luego lo conservado no autoriza a mantener esa adscripción estilística; tampoco hoy, como se publica en 1989, tiene destino litúrgico; posiblemente el despoblamiento del lugarito desaconsejó tales usos. A pesar de las pérdidas y deterioros, lo que en la actualidad permanece en pie tiene interés, concretado en lo escultórico, pues la arquitectura se reduce a una pequeña nave y capilla mayor; las separa un arco doblado que debió de ser semicircular, pero hoy muy deformado. Paupérrimo es el hastial, rematado con una humilde espadaña de un vano semicircular de ladrillo con adornos apiramidados sobre jambas pétreas. Tampoco atrae la puerta semicircular, condenada, al lado norte, sin ningún elemento formal que la caracterice; sin embargo, ya parte de este lienzo y muy poco de la capilla mayor conserva el alero original, decorado con flores dentro de círculos y sostenido por canecillos variados que se adornan con rollos, bolas, cabezas humanas y de animales, habiendo también alguno liso; incluso en uno de ellos se grabó "Año 1986", correspondiendo, supongo, con la consolidación de la ruina a la que me refería antes. Muy atinada es la portadita meridional, retranqueada con respecto a la línea del muro, que sobre jambas con impostas, adornadas con flores de ocho pétalos, inscritas en círculos de tallos, apean un arco semicircular trasdosado por una arquivolta con circunferencias que lucen flores de cuatro pétalos y botones entre ellas. Sobre el arco va una moldura, de escaso vuelo, con motivos vegetales esquematizados y seis cabezas de felino, y encima tres ménsulas; la central muy lograda, pues efigia dos aves, con los cuerpos llenos de plumas, que giran sus esbeltos cuellos hacia un eje central uniendo sus picos. Algunos detalles la relacionan con la catedral vieja de Salamanca. La cornisa, además de repetir los motivos de la septentrional, tiene cuatro sillares labrados con escaques y los canecillos que la sostienen son más variados, pues añaden aves, hojas muy puntiagudas y prótomos de cuadrúpedos. A uno y otro lado de la puerta se conservan inscripciones probablemente del siglo XIII, que pretendían conducir a los fieles hacia la virtud.

La Iglesia de San Juan de Santibáñez del Río está declarada BIC desde el 05/03/1983. Puedes encontrar más información en el siguiente enlace:

https://servicios.jcyl.es/pweb/datos.do?numero=9113&tipo=Inmueble&ruta=

La finca San Julián de la Valmuza fue una importante villa romana, de la que aún hoy se conservan preciosos mosaicos con figuras humanas y de animales, columnas de mármol estriadas en espiral, sepulcros, vasijas y, espadas, monedas y multitud de objetos hallados en las proximidades de la casa, hallados en la excavación efectuada en el año 1984-85.

Desde el año 1801 se conocía la existencia de un “pavimento-mosaico” y enseguida se le atribuyó origen romano. En vísperas de La Batalla de Los Arapiles, el general Wellington acampa en la vega de dicho lugar, utilizando las edificaciones existentes como cuadras y, saqueando de paso el lugar. Los vecinos acuden el 7-X-1810 al ministerio pidiendo protección para el lugar. En 1869 se elabora un informe y se levantan planos. Entre los años 1904 y 1931 se elaboran varios informes más, recogiendo también el dolmen antes citado que se encuentra en las proximidades. Por fin en 1931 San Julián de la Valmuza es declarado Monumento Histórico-Artístico. Lamentablemente, hoy es propiedad privada y no es posible su visita.

Muy cerca de aquí, se encuentra la Urbanización de San Julián de la Valmuza

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